Inteligencia artificial - 14 Noviembre, 2022

Armamento tecnológico contra el cáncer de mama

La investigación en torno a la lucha contra este tipo de cáncer, que es el más frecuente, ha contribuido a aumentar la tasa de supervivencia en España.

Varias herramientas de inteligencia artificial permiten mejorar el diagnóstico de forma precoz.

Las mamografías digitales con imágenes en 3D detectan lesiones inferiores a 3 milímetros.

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Un pequeño bulto, hinchazón en un pecho o en la axila, o una simple irritación de la piel o descamación de la zona del pezón. Estas señales, entre otras muchas, son síntomas del cáncer de mama, el tipo de cáncer más frecuente que, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud¹, en 2020 afectó a 2,2 millones de mujeres en todo el mundo.

Aunque su origen no es infeccioso ni vírico, ni responde a factores de riesgo reconocibles, sus cifras son demoledoras: según la OMS, una de cada 12 mujeres sufrirá en algún momento de su vida este tipo de cáncer, que en 2020 segó la vida de 685.000 personas. 

Pero a pesar de estos datos la lucha contra esta enfermedad ha avanzado a pasos agigantados durante los últimos años gracias, entre otras cosas, a la tecnología.

Repasamos a continuación algunas de las innovaciones que se encuentran en la vanguardia de este particular combate y que han contribuido a incrementar al 82,8% la tasa de supervivencia de las víctimas² de esta enfermedad.

Inteligencia Artificial

A estas alturas ya pocas personas dudan sobre la efectividad de la inteligencia artificial a la hora de mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades graves como el cáncer.

En la actualidad existen diversos proyectos encaminados a optimizar la detección y las terapias del cáncer de mama. Una de las aportaciones más relevantes es MIRAI³, un modelo de evaluación del riesgo de cáncer de mama desarrollado por el prestigioso MIT, que es capaz de cotejar miles de mamografías para predecir el riesgo de desarrollar cáncer de mama hasta cinco años antes de que se registren los primeros síntomas. Este programa se ha probado en ocho países y ha obtenido una precisión notable, aunque aún está pendiente de la realización de ensayos clínicos complementarios.

Otra de las iniciativas en este sentido es el proyecto Dream Challenges⁴, impulsado por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Valencia (UV), y orientado a ayudar en el diagnóstico y a reducir los falsos positivos.

Se trata de una iniciativa internacional que tiene como objetivo complementar las mamografías digitales con herramientas de Inteligencia Artificial y en la que participan grandes empresas como IBM y Amazon. Este método diagnóstico no solo ha conseguido unos niveles de detección próximos al 90% sino que es capaz de reducir el número de zonas sospechosas o de falsas alarmas mediante herramientas como las redes neuronales y el uso de algoritmos predictivos.

Datos para la atención personalizada

El proyecto Rebecca⁵, financiado con fondos europeos, aprovecha la información obtenida de la actividad cotidiana de pacientes reales para investigar enfermedades crónicas inducidas por los tumores.

Los datos se desplegarán en 7 estudios clínicos en 3 países, con la participación de más de 650 personas, y contribuirán a dar forma a las futuras pautas y prácticas para el tratamiento posterior al cáncer.

En este caso, la tecnología tiene como objetivo adaptar los tratamientos a las necesidades de cada paciente y al estado del tumor en cada momento, pero también ayuda a realizar un seguimiento de la enfermedad a través del estudio de los datos.

Entre estos datos se encuentra la actividad física del paciente, su alimentación, descanso e información sobre su actividad online para valorar su calidad de vida. Estos indicadores se procesarán con herramientas digitales de aprendizaje para contribuir a complementar el proceso de investigación clínica.

Mamografía digital con imágenes en 3D

Uno de los métodos más efectivos para la detección precoz de este tipo de cáncer es la mamografía digital con imágenes en 3D, que permiten implementar terapias menos agresivas que las convencionales y más adecuadas al tipo de tumor.

Las mamografías en 3D aportan una enorme precisión para observar el alcance de las lesiones con detalle y poder efectuar cirugías con una precisión milimétrica. Además, ofrecen imágenes más precisas que permiten detectar tumores de tamaños inferiores a los 3 milímetros. Este tipo de mamografías tridimensionales generan una imagen en 3D de la mama a partir de varias imágenes tomadas desde diferentes ángulos.

Marcador de tejido tumoral

Una de las últimas novedades tecnológicas desarrolladas para combatir el cáncer de mama es portátil, tiene el tamaño de una lenteja y facilita tanto la localización del tumor como el pre y el post operatorio.

Este dispositivo se denomina Molli⁶ y permite sustituir el actual sistema de localización de lesiones guiada por alambre o cable por una inserción autónoma que marca la ubicación del tejido anormal mediante señales enviadas a un dispositivo denominado varita. Tan solo se necesitan cinco minutos para realizar la lectura, que determina tanto el lugar exacto de la lesión como su tamaño.