Inteligencia artificial - 25 Abril, 2022
Smartwatches y parches inteligentes: un equipo de futuro para monitorizar la salud
El avance de la tecnología ha disparado las ventas de dispositivos para la monitorización remota de la salud, que en 2024 superarán los 440 millones de unidades.
Los smartwatches cada vez incorporan más funciones de serie para medir signos vitales.
Los parches inteligentes recogen información precisa sobre diversos parámetros y dispensan medicamentos.
Tags: #EnfermedadesCardíacas, #eHealth
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Los dispositivos de telemetría médica y monitorización remota han cambiado la vida a millones de personas. El avance de la tecnología inalámbrica y, sobre todo, la inminente llegada del 5G han revolucionado este sector hasta conseguir soluciones cada vez más interconectadas, pequeñas, versátiles y confiables.
Según un informe de la consultora Deloitte, durante 2022 se distribuirán alrededor de 320 millones de dispositivos de este tipo, mientras que en los próximos dos años el crecimiento será mucho mayor: cerca de 440 millones de personas podrán disfrutar de las ventajas de estas soluciones, entre las que destacan los smartwatches y los parches inteligentes que se encuentran ya al alcance de cualquier usuario.
Un mercado al alza
Estos dispositivos han experimentado un crecimiento enorme durante los últimos años. Tal y como refleja la web Statista, las ventas de smartwatches seguirán creciendo hasta alcanzar los 258 millones de unidades en 2025. Aunque históricamente este tipo de wearables se ha utilizado mayoritariamente para ayudar a sus usuarios a ponerse en forma y hacer ejercicio, durante los últimos años ha crecido la tendencia orientada al mundo de la salud. Las grandes marcas se han lanzado a la conquista de un sector que cada vez atrae a un mayor número de usuarios, con soluciones de hardware y software más completas y confiables que los han convertido casi en salas ambulatorias itinerantes.
Aplicaciones de serie
En la actualidad las aplicaciones de medición de la frecuencia cardiaca y otros signos vitales son componentes que vienen de serie en la mayoría de los smartwatches, que han obtenido la certificación de organismos como la FDA americana para detectar anomalías como la fibrilación auricular, una de las principales causas de accidente cerebrovascular. Y la sofisticación de estos dispositivos va en aumento, hasta el punto de dibujar un escenario cargado de oportunidades.
Sensores, semiconductores e inteligencia artificial
Los relojes inteligentes cada vez incorporan más elementos innovadores gracias a los avances en materia de sensores, semiconductores e Inteligencia Artificial.
En la actualidad podemos encontrar relojes con sensores ópticos que miden las variaciones en el volumen y la composición de la sangre utilizando una tecnología llamada fotopletismografía (PPG). Cada día se crean nuevos algoritmos mejorados gracias a herramientas de aprendizaje que ofrecen información precisa sobre el nivel de actividad del usuario, posibles anomalías en la función cardiaca, etc.
Además, en la actualidad se pueden encontrar dispositivos capaces de monitorizar la presión arterial utilizando diversas tecnologías como los espectrofotómetros infrarrojos: estas soluciones ofrecen mediciones precisas y continuas para prevenir enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.
Parches ‘smart’ como complemento
El trabajo que realizan los smartwatches en materia de salud y de transmisión de datos se complementa con el de los parches inteligentes, unas soluciones cada vez más eficaces, pequeñas y discretas que se adhieren a la piel y que ofrecen información precisa sobre diversos parámetros.
Una de estas soluciones, aún en estudio, cuenta con microagujas que perforan la piel de forma indolora para actuar como biosensores y recabar datos sobre el nivel de glucosa, de alcohol y de ácido láctico.
Sin embargo, ya se ha comenzado a comercializar una solución igual de eficaz pero indolora, puesto que no utiliza agujas para la administración de insulina. Este wearable, llamado Medicsen, puede administrar fármacos sin agujas mediante una técnica innovadora: el parche emite ondas inocuas que aumentan el tamaño de los poros de la piel, y a continuación dispensa el medicamento, como la heparina o la insulina, a través de macromoléculas microscópicas. En el momento en que el parche termina de realizar su función, los poros se cierran y vuelven a su estado natural.
Diagnóstico y administración
El grado de innovación de este tipo de parches es tal que incluso se les han asignado ya aplicaciones smart. Por ejemplo, la marca de bebidas isotónicas Gatorade ha desarrollado un parche que analiza el sudor para realizar recomendaciones específicas de hidratación personalizadas para cada deportista. E investigadores estadounidenses trabajan en el diseño de otro dispositivo que no solo analiza el nivel de azúcar en la sangre sino que es capaz de tomar esta referencia para administrar de forma automática la dosis de insulina necesaria en personas con diabetes, tal y como recoge la revista Nature.
Incluso hay parches que registran las alteraciones de la frecuencia cardiaca mediante tecnología procedente de los electrocardiogramas, es decir, que rastrea la actividad eléctrica del corazón directamente y con mayor precisión que otros dispositivos.
Todos estos ejemplos verifican cómo tanto los parches como los relojes inteligentes son ya realidades que han empezado a revolucionar el mundo de la salud y que pueden suponer un cambio cualitativo en la monitorización de pacientes a distancia.
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