La detección precoz tiene una importancia vital para los pacientes en los casos de cáncer, especialmente en los de mama.

La incidencia de este tumor en el conjunto del planeta es enorme: la OMS¹ cifró en 2,3 millones el número de diagnósticos realizados en 2020 y cuantificó en alrededor de 685.000 los fallecimientos que se registraron durante ese año, aunque con una elevada prevalencia.

De hecho, cinco años después de ser diagnosticadas de cáncer de mama, 7,8 millones de mujeres seguían con vida, la tasa de prevalencia más alta.

Esta cifra es uno de los elementos que evidencian la necesidad de contar con métodos de detección innovadores y eficientes que, además, causen las menores molestias posibles a las pacientes.

Las técnicas de diagnóstico por imagen como la mamografía, la ecografía y la resonancia magnética nuclear, así como las biopsias, son los procedimientos de referencia. Sin embargo, se trata de métodos invasivos, que cuentan con un coste elevado, una limitada accesibilidad, que ofrecen imprecisiones en la detección de casos en mujeres jóvenes con tejido mamario más denso y que exponen a las pacientes a bajas dosis de radiactividad

La saliva como método de detección

La búsqueda de una solución que salve estos inconvenientes ha llevado a un grupo de investigadores de Estados Unidos y Taiwán a desarrollar unas tiras desechables que utilizan la saliva para detectar los casos de cáncer de mama de forma no invasiva y completamente accesible.

Tal y como recoge la revista Journal of Vacuum Science and Technology², los investigadores han empleado un conjunto de tiras de uso común, similares a las que ya se encuentran en el mercado para detectar la glucosa, con el objetivo de identificar dos biomarcadores estrechamente asociados con el cáncer de mama: HER2 y CA15-3.

La primera es una proteína que desempeña un papel importante en el crecimiento y la división celular normales. Sin embargo, entre aproximadamente el 15 y el 20% de los casos de cáncer de mama presentan una cantidad mayor de proteína HER2 en la superficie de las células cancerosas, de forma que se produce un crecimiento tumoral agresivo, las tasas de recidiva crecen y el pronóstico se hace más precario.

El CA15-3, por su parte, es un antígeno asociado a tumores que se puede detectar en la sangre de algunas pacientes con este tipo de cáncer. Los niveles elevados de CA15-3 suelen indicar la presencia de células cancerosas y pueden utilizarse como una herramienta complementaria junto con otras pruebas diagnósticas y técnicas de imagen.

Resultados en menos de un minuto

Las tiras están tratadas con reactivos que interactúan con estos biomarcadores y que ofrecen resultados con solo aplicar pulsos eléctricos a través de una placa de circuito impreso portátil.

La carga eléctrica provoca una reacción que se traduce en una señal amplificada que es capaz de leer los biomarcadores y de detectar los casos de cáncer.

Una de las grandes ventajas de esta prueba es que tarda menos de un minuto en ofrecer resultados, y que apenas necesita unas gotas de saliva para su realización: estos beneficios adicionales la convierten en un método fácil de aplicar con un enorme potencial para un uso generalizado y para mejorar las técnicas de diagnóstico.

Este estudio ha mostrado un enfoque eficaz para identificar biomarcadores salivales relacionados con el cáncer de mama porque ha mostrado unas elevadas tasas de detección y de sensibilidad.