Investigación y Ciencia - 23 Septiembre, 2020
Innovación tecnológica para combatir una enfermedad aún incurable. Europa aprueba la utilización como tratamiento de un nuevo dispositivo que combina la estimulación transmagnética con ejercicios cognitivos.
Investigan la aplicación de chips de silicio para sustituir neuronas dañadas.
Tags: #Alzheimer, #Estimulacioncerebral, #NeuronasArtificiales
Tiempo de lectura: 2:20 min.
Auguste Deter tenía 51 años cuando su marido Karl decidió que no podía cuidar de ella: olvidaba cosas básicas, sufría delirios, paranoia y desorientación, le era imposible hacerse cargo de su hija y por las noches se ponía a llorar o a gritar sin motivo aparente. Aunque no sabía lo que le pasaba, en 1901 decidió ingresarla en un hospital psiquiátrico de Frankfurt a cargo del doctor Alois Alzheimer.
Desde que esta ama de casa alemana se convirtió en el primer caso diagnosticado de Alzheimer hasta la actualidad han pasado casi 120 años… y los descubrimientos relacionados con esta enfermedad neurodegenerativa han sido más bien rácanos.
Hasta ahora. La investigación de la enfermedad y la utilización de técnicas innovadoras para su estudio se han traducido en notables avances en materia de diagnóstico, prevención e incluso tratamiento del Alzheimer. Este es el caso de la investigación realizada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, que ha permitido anticipar la incidencia de la enfermedad antes de sufrir síntomas gracias a un análisis de sangre que identifica una proteína presente en ella.
O la investigación realizada por la Universidad de Duke, que consigue detectar un biomarcador de la enfermedad en la retina mediante un dispositivo de imágenes que puede medir tanto el grosor como la textura de esta parte del ojo.
Junto a estas investigaciones hay otros estudios que muestran cómo determinados videojuegos contribuyen a estimular la actividad cerebral de los pacientes y a retrasar la aparición de síntomas mediante técnicas que potencian la memoria o que incluyen cálculos matemáticos.
Sin embargo, uno de los dispositivos más prometedores relacionados con el tratamiento de la enfermedad ha sido diseñado por un una compañía israelí y aprobado para su utilización en Europa. El dispositivo, denominado NeuroAD, combina la estimulación craneal transmagnética con una serie de ejercicios cognitivos adaptados a cada paciente con el objetivo de reducir el progreso de la enfermedad y recuperar la función cerebral. Según se explica en el estudio publicado por Journal of Alzheimer´s Disease, el NeuroAD es un dispositivo no invasivo que está compuesto por un sillón capaz de proporcionar estimulación craneal transmagnética, y por una pantalla táctil que, en paralelo, plantea al paciente diversos ejercicios, como la identificación de frutas. La combinación de esta estimulación cerebral y la realización de los ejercicios provoca en el paciente una mejora cognitiva superior a la que se obtendría con la realización de estas pruebas por separado.
La terapia asociada a este tratamiento consiste en cinco sesiones de una hora de duración durante un periodo de seis semanas. Los estudios realizados por la Universidad de Harvard en Estados Unidos e Israel han mostrado una ralentización en el progreso de la enfermedad en pacientes con síntomas leves o moderados. El objetivo del estudio clínico que se lleva a cabo en la actualidad en Europa se centra en descubrir si la repetición de este tratamiento anual genera beneficios más duraderos para el paciente.
Otro de los tratamientos contra el Alzheimer basados en tecnología consiste en la utilización de neuronas artificiales en chips de silicio cuyo funcionamiento es similar a las del cerebro humano. Según un estudio publicado en Nature Communications, este tipo de dispositivos requieren una potencia muy inferior a la un microprocesador, lo que los convierte en herramientas ideales para implantes médicos y dispositivos bioelectrónicos.
Y esto, ¿en qué se traduce? Pues en que ya es posible estudiar la cura de enfermedades crónicas provocadas por un mal funcionamiento de neuronas a través de su sustitución por este tipo de dispositivos. Hasta el momento, los autores de la investigación, pertenecientes a las universidades de Bath (Reino Unido), Zurich (Suiza) y Auckland (Australia), han replicado dos tipos de neuronas: células del hipocampo, un área del cerebro que juega un papel importante en la memoria, y células cerebrales involucradas en el control de la respiración. Sin embargo, el trabajo abre un campo de trabajo más amplio en el campo de las enfermedades degenerativas, en el que se incluyen implantes médicos para tratar afecciones como el Alzheimer.
Son descubrimientos prometedores que muestran la colaboración entre tecnología y Medicina en la lucha contra una enfermedad para la que todavía no existe cura.
¿Qué te ha parecido el artículo?