Tecnología - 11 Enero, 2021
Salvemos al bebé: tecnología al servicio de la seguridad infantil.
El diseño de nuevas soluciones de detección de partos prematuros y de predicción de la asfixia perinatal contribuyen a reducir la mortalidad infantil.
Según la OMS, en 2017 fallecieron 2,5 millones de bebés en partos prematuros.
Wearables como chupetes y patucos inteligentes ayudan a controlar el bienestar del neonato.
Tags: #Wearable, #Ultrasonidos, #Diabetes, #AsfixiaPerinatal, #MuerteSubita
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La llegada al mundo de un bebé es para muchos padres y madres primerizas una nueva experiencia plagada de dudas y temores. La incertidumbre con respecto al parto y, posteriormente, la vulnerabilidad de los pequeños por la falta de madurez de su organismo incrementan la preocupación de los progenitores, que empiezan a manejar términos como asfixia perinatal, fiebre, dificultad respiratoria, aletargamiento, llanto inconsolable y en situaciones extremas, muerte súbita.
De hecho, estos son algunos de los problemas que sufren los bebés en el momento del parto y durante sus primeros meses de vida. Y, si bien en el primero de los casos son los profesionales médicos los encargados de resolver cualquier incidencia, en el caso de los neonatos, los cuidadores solo pueden recurrir a su intuición o a los servicios de Urgencias pediátricas.
Para intentar atajar este tipo de problemas e incrementar la tranquilidad de los nuevos progenitores la tecnología ha diseñado soluciones como las siguientes.
Monitorización durante el parto
El grupo de Nanoingeniería del centro de investigación vasco CIC nanoGUNE ha desarrollado una nueva tecnología que consiste en una completa monitorización en tiempo real del parto para incrementar la seguridad en la llegada al mundo de los pequeños.
Se trata de una solución disruptiva que, por un lado, permite a los profesionales que participan en el parto actuar con mayor rapidez para reducir el creciente número de cesáreas que se practican cada año. Y por otro, esta tecnología ayuda a predecir parámetros específicos asociados a la asfixia perinatal, una afección que es la responsable de la muerte del 23% de los 4 millones de muertes que se producen cada año.
La tecnología se basa en la combinación de la espectroscopia Raman, que mide la irrigación de oxígeno a través del cerebro, y diversos algoritmos multiparamétricos de aprendizaje de máquinas.
En comparación con la tecnología actual, que se basa en el pH o el lactato como único parámetro, esta solución tiene en cuenta la imagen sistémica de las variaciones o anomalías fisiológicas y sirve de base para la toma de decisiones.
Ultrasonidos para detectar partos prematuros
Los partos prematuros son la primera causa de mortalidad infantil en menores de cinco años, hasta el punto de que en 2017 fallecieron 2,5 millones de menores por esta razón, un 40% más que en 1990, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Para reducir estas cifras, el centro tecnológico TEKNIKER trabaja en la optimización de un dispositivo de ultrasonidos denominado Fine Birth y diseñado por la empresa Innitius cuyo objetivo es obtener un diagnóstico más eficaz del riesgo de parto prematuro y evaluar la tasa de éxito del proceso de inducción al parto en mujeres embarazadas.
Las técnicas utilizadas hasta el momento para diagnosticar ambos casos son el test de Bishop y la cervicometría, pero ofrecen tasas de detección real que rondan el 30%.
El perfeccionamiento de esta nueva herramienta permitirá, según sus impulsores, abrir la puerta a una nueva rama de screenings o cribados personalizados y de tratamientos a medida que mejorarán la calidad de vida de las mujeres embarazadas y de sus bebés, y reducirán el gasto asociado a estas pruebas diagnósticas en la red sanitaria.
Fine Birth utiliza los ultrasonidos para observar los cambios que se producen en la dilatación del tejido uterino durante el embarazo y poder determinar así el riesgo que tiene una mujer embarazada de sufrir un parto prematuro en la semana número 20.
Además, el dispositivo permite evaluar de forma fiable la tasa de éxito que tendrá la inducción al parto en mujeres embarazadas seis horas después de suministrar la sustancia que lo provoca.
Chupete inteligente para detectar diabetes
Investigadores de las universidades de California, San Diego y la española de Alcalá de Henares han desarrollado un chupete que incorpora un biosensor capaz de medir las concentraciones de glucosa en la saliva de un recién nacido. Este dispositivo permite realizar un diagnóstico de diabetes tipo 1 a los pequeños y ayuda a detectar otras afecciones basadas en la glucosa.
A pesar de que los biosensores son muy útiles para controlar el estado de salud de un paciente, su uso en bebés es poco frecuente porque a menudo requieren dispositivos de gran tamaño o partes rígidas que puedan dañarles.
Hasta el momento, las mediciones continuas de glucosa a recién nacidos únicamente se podían realizar en centros hospitalarios y con procedimientos invasivos para la extracción de líquido intersticial. Y los dispositivos portátiles diseñados para bebés, por su parte, únicamente eran capaces de registrar determinados parámetros físicos como el pulso y el nivel de oxígeno, pero no biomarcadores como la saliva, que ayudan a identificar un determinado estado biológico. Los nuevos chupetes incorporan un biosensor que permite medir este marcador biológico y detectar los niveles de glucosa elevados.
El prototipo está fabricado con una tetina perforada que recoge la saliva del bebé y la almacena en un compartimiento interior de detección. Si el dispositivo detecta niveles elevados de glucosa, envía de forma inalámbrica una señal eléctrica a una App móvil específica.
Patucos y pulseras de seguimiento
Una compañía británica ha desarrollado unos patucos inteligentes diseñados para bebés de hasta 18 meses de edad que permiten monitorizar su frecuencia cardiaca, sus niveles de oxígeno y su sueño a través de una oximetría.
El dispositivo, denominado Smart Sock, es un wearable de apoyo cuyo objetivo no es realizar diagnósticos ni tratamientos sino servir de base a los cuidadores para recopilar información sobre el bebé y obtener datos complementarios sobre su estado de salud general.
Los datos recogidos por los patucos son enviados de forma inalámbrica a una estación base que emite diferentes señales luminosas para indicar la situación en la que se encuentra el peque.
Una solución similar es la pulsera Liip Smart Monitor, que sirve para conocer la temperatura, el pulso y el oxígeno en sangre del bebé en tiempo real.
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