Investigación y Ciencia - 28 Junio, 2023
Unidades funcionales para un abordaje integral del cáncer de hígado
El Hospital Sant Pau de Barcelona crea un nuevo espacio multidisciplinar para el tratamiento sistémico del hepatocarcinoma.
Reúne a diferentes especialistas para tratar de forma conjunta el cáncer y las complicaciones derivadas de la hepatopatía.
El hepatocarcinoma suele aparecer a partir de una enfermedad previa, la cirrosis hepática.
Tags: #Oncología, #Hepatología, #CáncerDeHígado
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El avance de la inmunoterapia como tratamiento sistémico de primera línea y la incidencia de enfermedades oncológicas que afectan a varias especialidades médicas ha impulsado la creación de Unidades Funcionales hospitalarias que tienen un objetivo básico: reunir desde un enfoque innovador y en un mismo ámbito a todos los profesionales implicados en la lucha contra el cáncer.
Una de las patologías en las que esta Unidad está especialmente indicada es el hepatocarcinoma: se trata del sexto tipo de cáncer por incidencia sobre el que pesa una elevada mortalidad y que, a diferencia de otros tumores, aparece en la mayoría de las ocasiones a partir de una enfermedad previa, la cirrosis hepática.
Para combatir de forma integral este tipo de cáncer, el Hospital Sant Pau de Barcelona ha puesto en marcha el proyecto de Unidad Funcional de Hepatocarcinoma, que responde a la necesidad de que oncólogos y hepatólogos junto a otras especialidades trabajen conjuntamente en el abordaje sistémico de la enfermedad, especialmente debido a los nuevos tratamientos de inmunoterapia.
¿Cómo funciona la nueva Unidad?
El hepatólogo Adolfo Gallego, y la oncóloga médica responsable de los tumores digestivos y altos, Paula Cerdà, son los responsables de la nueva Unidad Funcional de Hepatocarcinoma del Hospital Sant Pau.
Ambos explican qué es y cómo funciona este nuevo espacio: “Es una forma de trabajar conjunta de diferentes especialistas con una infraestructura que, de otra manera, no podríamos tener. Enfermería, para que nos dé soporte; una consulta conjunta con el hepatólogo y el oncólogo, y una forma de trabajar en la que la interacción con los profesionales es mucho más fácil que si no existiera”.
De esta forma, los pacientes son atendidos por la Unidad Funcional, que integra a todos los especialistas implicados, en lugar de tener que pasar por diferentes especialidades.
Pacientes con una complejidad añadida
La nueva Unidad tiene como objetivo tratar a pacientes con hepatocarcinoma que, además, cuentan con un hígado “no sano” que presentará “muchas complicaciones, no solo del tumor sino de la hepatopatía que presenta”, tal y como explica Paula Cerdà.
Adolfo Gallego coincide en que el manejo de esta enfermedad es más complejo porque el tratamiento “puede variar mucho en función del estadio en el que se presente”. “Con los nuevos tratamientos vemos que trabajar conjuntamente aportará beneficios al paciente. Lo fundamental es que hepatólogos y oncólogos médicos estamos convencidos de que va a resultar positivo para los pacientes con hepatocarcinoma. De hecho, cuando se planteó a la dirección médica no hubo problemas: en nuestro hospital ya existen otras unidades funcionales para trabajar con otras patologías”, añade.
Mucho más que calidad asistencial
Paula Cerdà explica que entre los objetivos de la Unidad no solo está “mejorar la calidad asistencial” sino también “integrar a todos los profesionales en la toma de decisiones”, y conseguir otros fines complementarios de “formación, registro, crecimiento e investigación”, entre otros.
Para conseguirlo, el hepatólogo del Sant Pau constata la necesidad de potenciar, en primer lugar, el comité de tumores hepáticos, el órgano en el que se adoptan las decisiones de forma consensuada. A continuación, ve necesario “establecer un registro de la actividad que se realiza y crear unos indicadores de calidad para evaluar si lo hacemos mejor o peor”. Además es preciso “mantener un protocolo asistencial actualizado, en base a las vías clínicas y a las novedades que vayan surgiendo, y mejorar los circuitos asistenciales entre nuestros propios servicios para que los tiempos sean los menores posibles”, algo que, según asegura, “sí percibe el paciente”.
Mayor agilidad
El carácter aglutinante de este nuevo espacio permitirá agilizar el trabajo de los especialistas médicos y aumentar la rapidez en el tratamiento de la enfermedad. “Con la creación de la Unidad, desde el mismo comité se pueden pedir las pruebas, probablemente ya salga la visita con el departamento de oncología y el mismo día podamos llamar al paciente para explicarle la decisión o darle cita”, explica Paula Cerdà.
La Unidad Funcional constituye “un paso más” en el trabajo del comité de tumores hepáticos tanto desde el punto de vista médico como desde el prisma del paciente.
Mientras que la oncóloga del Sant Pau destaca que esta Unidad ha ayudado a “todos” los facultativos a “conocer al paciente desde el principio”, Adolfo Gallego asegura que la nueva Unidad “nos permite ver al enfermo de una forma global”. “Resulta muy importante escuchar las opiniones de los otros miembros, como el radiólogo, el cirujano, el oncólogo… Evidentemente el hepatólogo conoce la enfermedad hepática, la cirrosis, sus complicaciones… pero el oncólogo tiene el punto de vista oncológico, tiene mucha más experiencia en tratamientos de inmunoterapia, conoce los aspectos de la enfermedad neoplásica…”, asegura.
El foco en el paciente
Estas razones son las que llevan a Paula Cerdà a apostar por “la consolidación de la Unidad”, a agilizar así la atención al paciente que está en tratamiento sistémico, y a que los especialistas en Hepatología y en Oncología puedan atenderle de forma conjunta para profundizar en la investigación y mejorar el tratamiento.
“La mayor satisfacción es saber que estamos tratando a los pacientes con el mejor tratamiento posible, que lo hacemos de forma conjunta y eso nos hace tomar las mejores decisiones. Y cuando los pacientes van bien, has colaborado con los demás y has llegado a decidir que este tratamiento es el mejor, y encima el tratamiento ha ido bien y ha solucionado el problema del paciente, eso es un orgullo”, aseguran ambos especialistas antes de concluir: “Lo más satisfactorio es poder acompañar al paciente”.
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