Al igual que ocurre con las leyes, la innovación en el mundo de la medicina y la salud siempre va varios pasos por delante de su preceptiva regulación oficial. La razón es muy sencilla: la digitalización ha sentado las bases del desarrollo tecnológico en todos los ámbitos, y los avances se producen de manera vertiginosa.

Cada día asistimos al nacimiento de nuevos dispositivos médicos destinados al cuidado de la salud, y observamos el desarrollo de tecnologías habilitadoras como el 5G o el blockchain, capaces de optimizar su eficiencia.

Sin embargo, estos avances deben obtener la preceptiva validación clínica y, en muchas ocasiones, el visto bueno de determinados organismos oficiales, hecho que retrasa su salida al mercado. Más allá de las regulaciones locales, como la de la FDA americana, la Unión Europea o la de sus respectivos estados miembros, la Organización Mundial de la Salud también juega un papel destacado en este tipo de materias.

La situación de emergencia sanitaria que hemos vivido a consecuencia de la COVID-19 ha llevado a la OMS a actualizar y a elaborar un catálogo de tecnologías sanitarias innovadoras cuyo objetivo es ayudar a los países a optimizar la atención sanitaria, sobre todo en aquellos lugares que carecen de las suficientes infraestructuras y recursos.

Este listado incluye tecnologías que pueden tener un impacto positivo inmediato en la respuesta al nuevo coronavirus y a otras enfermedades, y su objetivo último es mejorar la calidad de vida de las personas y de los profesionales sanitarios.

Medidor de frecuencia cardiaca para recién nacidos

La OMS estima que cada año nacen 10 millones de recién nacidos que no respiran y requieren reanimación. Como consecuencia de esta insuficiencia, alrededor de 700.000 bebés fallecen y 1,15 millones sufren daños cerebrales irreversibles. Estos datos hacen necesario disponer de un electrocardiograma reutilizable que, colocado en el tórax del recién nacido, permita monitorizar su frecuencia cardiaca e indicar a los profesionales sanitarios la necesidad de realizar ventilaciones asistidas.

Cámara de infrarrojos termográfica

Esta cámara está diseñada para detectar posibles casos de ébola en los puestos fronterizos e infraestructuras críticas de diversos países africanos. Los termógrafos se instalan en zonas de paso para medir la temperatura corporal de muchas personas al mismo tiempo sin necesidad de que el personal de aduanas o sanitario establezca ningún tipo de contacto físico.

Aparato portátil de Rayos X

Esta tecnología ayuda a detectar y diagnosticar diferentes problemas de salud pulmonar, entre ellos la tuberculosis, el cáncer de pulmón, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, la neumonía o la infección por COVID-19. Este dispositivo cuenta con un diseño de tres capas de sensores diferentes para obtener tres rayos X espectralmente diferentes, que a continuación se pueden utilizar para generar una radiografía digital convencional y observar posibles enfermedades pulmonares.

Concentrador de oxígeno solar

Este dispositivo ha sido probado con eficacia para tratar la neumonía, una enfermedad que cada año se cobra la vida de casi un millón de niños al año y que podría tratarse de forma más eficaz con un acceso más sencillo a suplementos de oxígeno. Este aparato consigue producir oxígeno apto para uso médico sin necesidad de acceso a la red eléctrica, algo especialmente importante en países económicamente deprimidos.

Sin embargo, además de estas tecnologías, el catálogo muestra diferentes prototipos que se encuentran en la actualidad en fase de pruebas. Estos son algunos de ellos.

Mascarillas recicladas de polipropileno

Estas mascarillas se obtienen a partir de material quirúrgico esterilizado y cuenta con varias capas de polipropileno que ofrecen un filtrado de partículas con una eficacia del 87%.

Dispositivo de detección de la ictericia neonatal

Aunque no existen cifras actualizadas, en 2010 cerca de medio millón de bebés prematuros se vieron afectados por ictericia neonatal extrema, una dolencia que afecta especialmente a los países en vías de desarrollo. De ellos, 114.100 bebés murieron por una falta de detección y tratamiento adecuado, mientras que otros 63.000 sufrieron discapacidades severas. Este dispositivo combina la óptica biomédica y la fotónica con herramientas de aprendizaje que facilitan la emisión de diagnósticos remotos precisos con una imagen captada por un smartphone. El programa toma varias imágenes que son analizadas a través de algoritmos y ofrecen una estimación de la bilirrubina en sangre.