“La situación es desesperada. Ayúdame, Obi-Wan Kenobi, eres mi única esperanza”. En 1977 George Lucas sorprendía al mundo entero al incluir en su mítica “Star Wars” un holograma tridimensional de la princesa Leia pidiendo ayuda al viejo jedi proyectado por R2D2.

Más de dos décadas más tarde, en 1989, Robert Zemeckis mostraba cómo un tiburón virtual gigante daba un susto enorme a Michael J. Fox en “Regreso al Futuro 2”. Y en 2004, Will Smith escuchaba un mensaje póstumo del doctor Alfred Lanning en “Yo, Robot”, en el que le daba pistas sobre su muerte.

44 años después de aquella primera experiencia holográfica, un cirujano de vuelo de la NASA ha conseguido colarse en el interior de la Estación Espacial Internacional y mantener una conversación en persona con el astronauta francés Thomas Pesquet. Todo un hito tecnológico que abre la puerta a una nueva variante de la telemedicina y que podría resolver la atención médica en zonas remotas del planeta… y del espacio.

Durante los dos años de pandemia el crecimiento de este tipo de atención virtual ha sido estratosférico y ha tenido su colofón hace pocos meses, en octubre del pasado año. Tal y como informa la NASA, el cirujano de vuelo Josef Schmid, el socio de la industria AEXA Aerospace, Fernando De La Pena Llaca, y sus equipos se convirtieron en los primeros humanos "holoportados" de la Tierra al espacio.

Este hito tecnológico ha sido posible gracias a la cámara Kinect de Microsoft Hololens y a un software específico creado por la empresa Aexa, que permitieron al astronauta y al equipo de tierra mantener una conversación bidireccional con imágenes en vivo de Schmid y De La Pena en medio de la Estación Espacial Internacional.

Sin embargo, lo realmente llamativo de esta tecnología es que ha conseguido comprimir y enviar en directo y en tiempo real imágenes de personas en 3D con una alta calidad y a una distancia de más de 400 kilómetros sobre el nivel del mar. Esta tecnología combinada con sistemas de realidad mixta es la que facilita la interacción entre personas como si realmente compartieran un único espacio físico.

Comunicación holográfica ante emergencias médicas

Pero, ¿cuáles son las aplicaciones prácticas de este tipo de tecnología? En situaciones de soledad y aislamiento como las que viven los astronautas de la Estación Espacial Internacional, la comunicación holográfica puede resultar fundamental para reparar componentes de forma visual y poner en contacto, al menos visualmente, a los astronautas y sus familiares. Pero donde realmente puede jugar un papel fundamental es ante una emergencia médica y psicológica.

La realidad mixta ya se ha probado con éxito en diversas disciplinas médicas. En el campo de la enseñanza, por ejemplo, estos simuladores facilitan el entrenamiento de los alumnos de Medicina en la realización de cateterismos, endoscopias, intervenciones, etc., pero sin riesgo alguno para el paciente.

Realidad virtual para realizar intervenciones quirúrgicas

La realidad virtual también se ha convertido en una aliada para la realización de cirugías e intervenciones que requieren una habilidad concreta. Una de las aplicaciones de esta herramienta es la cirugía a distancia con la ayuda de un robot, aunque también se han dado casos en los que el cirujano presta su ayuda virtual a otro durante una intervención.

Por último, la realidad virtual también ha demostrado su utilidad en el tratamiento de casos de fobias y otros trastornos psicológicos.

Estos tres ejemplos pueden extrapolarse con claridad a la tecnología holográfica. En el campo de la formación, un médico puede mostrar a un astronauta desde la tierra y con todo lujo de detalles la forma de realizar una cura, mientras que un dentista puede indicarle gráficamente cómo mitigar un molesto dolor de muelas o incluso realizar una extracción. Y en caso de que precisen de ayuda psicológica, especialmente después de varias semanas en soledad en el espacio, un psicólogo puede mantener una sesión personal con su paciente para prestarle asistencia.

Son aplicaciones que muestran el avance que ha experimentado la telemedicina durante los últimos años y que contribuyen a reducir la separación física entre los profesionales médicos y los pacientes y a mejorar la calidad de vida de las personas.