Tecnología - 05 Enero, 2023
DaVinci, un aliado robótico que ha “transformado” la cirugía laparoscópica
El Dr.Felipe Villacampa, especialista en cáncer de vejiga y riñón de la Clínica Universidad de Navarra, nos explica cómo estos innovadores robots aumentan la visión de los cirujanos y mejoran las capacidades quirúrgicas.
Su precisión consigue reducir el tiempo de intervención, simplificar el postoperatorio y facilitar la aplicación posterior de tratamientos de quimioterapia e inmunoterapia.
Tags: #Quimioterapia, #Inmunoterapia, #CirugíaLaparoscópica
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En 1983, un cirujano canadiense llamado James McEwen creó un robot diseñado para participar en intervenciones quirúrgicas y ejecutar las órdenes que le daba el equipo médico en la sala de operaciones. Aquel artilugio fue bautizado como Arthrobot y se convirtió en el primer robot cirujano de la historia.
Desde entonces, la cirugía robótica ha experimentado una evolución vertiginosa que continúa en nuestros días y que persigue dos objetivos fundamentales, tal y como nos explica el Doctor Felipe Villacampa: mejorar y ampliar la visión del equipo médico, y aumentar sus capacidades quirúrgicas durante las intervenciones.
El Dr. Felipe Villacampa, especialista en cáncer de vejiga y riñón del Departamento de Urología de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) en Madrid, destaca que los robots, y más concretamente el sistema robótico DaVinci, han permitido “transformar” la cirugía laparoscópica convencional en intervenciones como la cistectomía, y la han hecho transitar hacia otra “mucho más exquisita” que optimiza las condiciones en las que trabaja el equipo médico y reduce la afección sobre el paciente. “Esta cirugía permite que el cirujano se canse menos, que podamos hacer una disección mucho más cuidadosa de las bandeletas, de los nervios o de la uretra para generar menos daño para el paciente”, afirma.
En concreto, estos sistemas robóticos contribuyen a que el paciente sufra menos dolores, se reduzcan los sangrados y, por lo tanto, se minimicen las complicaciones derivadas de cualquier intervención. “Al ser una cirugía mucho más exacta y con menos tiempo de intervención, el abdomen del paciente sufre menos: en el caso de la cistectomía radical, los intestinos se someten a menos tirones, hay un menor ‘manejo’, todo es mucho más suave. La sutura es mucho más delicada y el paciente puede irse a casa de una forma más segura y temprana, sin tener que permanecer tanto tiempo en el hospital”, explica.
El Dr. Villacampa añade que uno de los problemas de la cistectomía radical de extirpación de la vejiga es que se trata de una intervención muy invasiva cuyas secuelas impiden al paciente recibir a continuación un tratamiento de quimioterapia o de inmunoterapia. “Sin embargo, al utilizar el DaVinci, como el postoperatorio es mucho más llevadero, el paciente sufre menos dolor y sale de la intervención en mejores condiciones. De esta forma, su estado general es mejor y se encuentra apto para recibir los tratamientos quimioterápicos o inmunoterápicos que necesite”, apunta.
¿Cuáles son las partes del robot DaVinci?
Este tipo de dispositivos robóticos está compuesto de varias partes. Por un lado está la que entra en contacto con el paciente, que consta de cuatro brazos articulados con funciones diferentes: uno de ellos aporta la visión del interior del cuerpo al equipo médico, otros dos sirven para realizar el trabajo de cirugía propiamente dicho y el cuarto está pensado para separar los órganos y optimizar el acceso al área afectada.
El “alma” del robot es la CPU, una pantalla táctil, el software y los elementos tecnológicos que aportan información adicional como imágenes en 3D, y que permiten utilizar e incluso dirigir el dispositivo a distancia si hiciera falta.
Por último se encuentra la consola desde la que trabaja el cirujano, con la que se manipulan los brazos articulados, y, por supuesto, el equipo que lo acompaña: desde el ayudante que está siempre al lado del paciente, hasta la enfermera y el instrumentista que aporta e incorpora el material que se tiene que acoplar a los trocales.
El aprendizaje es básico para su uso
El especialista explica que las intervenciones quirúrgicas como la cistectomía son complejas y, además de requerir la utilización de complementos para realizar suturas, incisiones, etc., exigen pericia para manejar el instrumental con comodidad y utilizar los diferentes brazos articulados sin interferencias entre ellos. “Y eso supone un aprendizaje. Si el cirujano no ha aprendido o no tiene a alguien que le tutele al lado es difícil que pueda efectuar una operación completa con el DaVinci”, afirma.
Sin embargo, después de este periodo de orientación, “la cirugía se aprende de una forma mucho más fácil que otras técnicas” e incorpora mejoras significativas en dos ámbitos fundamentales: “La visión, no solo la real sino la adición de imágenes 3D procesadas por ordenador, y la manipulación o versatilidad dentro del abdomen, que nos permite llevar a cabo un montón de intervenciones. Es hacia esos dos campos hacia donde van dirigidos, no solo el DaVinci sino cualquiera de los aparatos robóticos que se están desarrollando en el mercado”, concluye el especialista.
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