Tecnología - 05 Agosto, 2022
Tecnología ginecológica, la llave de la salud femenina
La cirugía robótica es una técnica cada vez más utilizada para realizar intervenciones ginecológicas gracias al grado de precisión que ofrece.
Las ecografías de última generación mejoran el control y diagnóstico del feto y de la madre.
El láser ginecológico mitiga las molestias de la menopausia y mejora la calidad de vida de las mujeres.
Tags: #Robótica, #Ginecología, #ControlFetal
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Quizás no falte mucho tiempo para que podamos ver a un robot practicar una operación ginecológica de forma autónoma en una cabina de cirugía. Podría ser algo parecido a la secuencia de la película Prometheus (2012), en la que Ridley Scott nos mostraba cómo varios brazos robóticos autónomos extraían un alien del cuerpo de una doctora Shaw aterrada… y consciente.
En la actualidad la robótica se emplea para intervenciones quirúrgicas complejas en las que se necesita asegurar al máximo la precisión; por eso está especialmente indicada en el ámbito de la ginecología, en especial para el tratamiento del cáncer de ovario, cérvix y endometrio, y para practicar histerectomías, miomectomías, y para tratar la endometriosis. Pero al margen de estas intervenciones, la tecnología ofrece cada día nuevas herramientas para el control ginecológico que contribuyen a aumentar el bienestar de las mujeres.
Cirugía robótica
La cirugía robótica es una de las más empleadas para practicar intervenciones ginecológicas. En este tipo de operaciones el médico se ayuda de una pantalla en 3D para ver la zona de la intervención con un grado de precisión 10 veces superior al normal, y de dos brazos robóticos capaces de realizar intervenciones de enorme exactitud. El cirujano manipula los brazos con unas pinzas que le proporcionan una estabilidad mucho mayor que si practicara la intervención de forma manual.
Una de las enfermedades en las que con mayor frecuencia se utiliza esta tecnología es la endometriosis, una dolencia crónica que se produce cuando aparece tejido endometrial fuera del útero.
La cirugía robótica simplifica la operación porque es menos invasiva que la convencional, y minimiza el postoperatorio y las complicaciones.
Este tipo de cirugía también se utiliza en miomas, tumores benignos que se forman en el útero y que se pueden extirpar sin dañarlo gracias a la visión en 3D; y para practicar histerectomías, la extirpación del útero, que ofrece una recuperación mucho más rápida que con una cirugía convencional.
Ecografía de última generación
Más allá de la cirugía, una de las técnicas ginecológicas que más ha evolucionado durante los últimos años ha sido la ecografía. En la actualidad se consiguen diagnósticos más eficaces y certeros sobre la salud tanto de la madre como del feto durante el embarazo. La Unidad de Ecografía Materno Fetal y Ginecológica del Hospital Vithas de Valencia ha incorporado un nuevo dispositivo que utiliza una tecnología muy avanzada para detectar malformaciones fetales y problemas ginecológicos.
Este dispositivo permite visualizar la anatomía del feto y observar su comportamiento en el entorno intrauterino. Dos de las ventajas de esta herramienta es que puede adaptar la transmisión de los ultrasonidos a las características específicas de la pared abdominal de cada mujer, y que cuenta con sistemas correctores de imagen para conseguir mayor fiabilidad y precisión.
El ecógrafo contribuye a valorar con mayor detalle el corazón y la vascularización del feto, e integra una herramienta inteligente que ayuda a evaluar la salud del cerebro fetal. Estas ventajas se suman a otras de carácter ginecológico, como la mejora de la resolución de la sonda vaginal, que permite evaluar problemas como la endometriosis y las tumoraciones ováricas y endometriales, y ayuda a determinar su malignidad.
Láser ginecológico
Otra de las tecnologías relacionadas con la salud de la mujer es el láser ginecológico. Se trata de un método no invasivo y seguro que está especialmente indicado para estimular la producción de colágeno en aquellas pacientes cuyo suelo pélvico ha quedado debilitado por un embarazo o parto, y que sufren sequedad vaginal, infecciones de orina o dolor en las relaciones sexuales después de la menopausia.
Este dispositivo está compuesto por un cabezal que se introduce en la vagina y emite un haz de energía térmica que se aplica sobre toda la superficie vaginal para regenerar los tejidos, incrementar el grosor de las paredes vaginales, así como la elasticidad e hidratación de la zona íntima.
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