Inyecciones intravítreas: ¿en qué consiste el tratamiento?
¿Qué son las inyecciones intravítreas?
Para tratar las enfermedades oculares, deben darse dos condiciones: por una parte, disponer de fármacos eficaces y, por otra, disponer de métodos efectivos de administración, para lograr las concentraciones deseadas en el tejido diana.1
Aunque la idea inicial de una inyección en el ojo produce escalofríos, existen multitud de ensayos clínicos que han demostrado que esta forma de administración de fármacos para el tratamiento de las enfermedades oculares, es el que ha conseguido mayores éxitos terapéuticos.1 Las inyecciones intravítreas (inyecciones en el globo ocular) consiguen alcanzar una concentración intraocular adecuada del fármaco con una exposición sistémica mínima.1,2
¿En qué casos se utilizan?
En la actualidad, existen medicamentos aprobados para su uso mediante inyección intravítrea para las patologías oculares más frecuentes, como la oclusión de la vena retiniana ( obstrucción de la vena retiniana por un trombo, es de inicio súbito y puede afectar a la vena central o a alguna de sus ramas3); el edema macular diabético (inflamación de la retina debida a la acumulación de líquido procedente de los vasos sanguíneos debilitados por la diabetes4); la uveítis (inflamación por diversas causas de la úvea, membrana intermedia entre la esclerótica y la retina5) ; y la degeneración macular asociada a la edad1,6.
Inyecciones intravítreas para el tratamiento de la degeneración macular
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE), es una enfermedad ocular progresiva que constituye la principal causa de pérdida de visión y ceguera en los mayores de 60 años en los países desarrollados7,8. Se trata de una enfermedad multifactorial caracterizada por una angiogénesis incontrolable tanto en su inicio como en su progresión8.
La DMAE implica cambios patológicos en las capas retinianas más profundas de la mácula y la vasculatura circundante, que dan como resultado la pérdida de la visión central7. La enfermedad comienza con la llamada DMAE seca, caracterizada por depósitos retinianos de lipoproteínas (drusas), que se acumulan en el espacio subretiniano, causando degeneración del epitelio pigmentario de la retina (EPR)7,8. La enfermedad evoluciona a la llamada DMAE húmeda en la que se produce una pérdida grave de la visión central por la proliferación de vasos sanguíneos defectuosos en la mácula, causando la pérdida de la visión central7,8.
La proliferación vascular anormal o angiogénesis se debe a la liberación del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). El tratamiento de elección para estas lesiones son las inyecciones intravítreas con terapia anti-VEGF o con HIF-α, que han revolucionado el tratamiento de la DMAE avanzada7,8.
¿Cómo se llevan a cabo?
El procedimiento debe realizarse en una instalación que garantice las condiciones estériles adecuadas.
- Se procederá a dilatar la pupila del paciente.12,13
- El paciente se coloca tumbado boca arriba en una posición en la que se encuentre cómodo.12,13
- Se realizará limpieza de los ojos y los párpados.12,13
- Se aplicará anestésico local en gotas en el ojo en que se inyectará la medicación.12,13
- Se colocará un espéculo ocular para mantener separados los párpados durante la intervención.12,13
- El paciente debe mirar hacia el ojo contralateral.12,13
- Se inyectará el anti-VEGF con una pequeña aguja. El paciente puede sentir presión debida a la entrada del líquido, pero no sentirá dolor.12,13
- Se lavará el ojo con suero salino.12,13
¿Duelen las inyecciones en el ojo?
Durante la inyección del medicamento, el paciente puede sentir cierta presión en el ojo, pero, gracias a la administración de anestésico local, no siente dolor.12,13
¿Cuántas inyecciones intravítreas se pueden poner?
Generalmente el tratamiento consiste en una fase de carga en la que las inyecciones son mensuales durante 2-4 meses (dependiendo del medicamento elegido). Tras la fase de carga, se evalúa el resultado del tratamiento y la agudeza visual recuperada y se decide la periodicidad de las inyecciones durante la fase de mantenimiento.
Las inyecciones intravítreas de agentes antiangiogénicos son tratamientos a largo plazo. Se debe evaluar la agudeza visual del paciente y plantearse el cambio o la suspensión de la terapia si es evidente que el paciente no está recibiendo el beneficio clínico esperado.14–17
Cuidado postratamiento
Tras el tratamiento, el paciente puede sentir algunas molestias en el ojo, como sensación de arenilla, pero no sentirá dolor. También puede haber un leve sangrado transitorio en la esclerótica. El paciente puede referir la aparición de moscas, que serán también transitorias12. Si fuera necesario, se pueden usar lágrimas artificiales, pero siempre en monodosis para evitar infecciones.
Como recomendaciones generales, es importante no frotarse los ojos durante varios días tras la inyección ni usar maquillaje, tampoco debe nadar al menos en los 3 días siguientes.12
Como medida de precaución, el paciente debe estar vigilante si aparece dolor o molestia ocular, enrojecimiento, sensibilidad a la luz o cambios en la visión y acudir a su médico.12
¿Cuántos días hay que cuidarse después de ponerse la inyección en el ojo?
En general, los cuidados tras la inyección intravítrea deben prolongarse al menos 3 días, siendo una semana el periodo ideal.18
Posibles riesgos
Las inyecciones intravítreas son un procedimiento seguro, aunque no exento de riesgos. Pueden aparecer reacciones alérgicas a la anestesia o a la solución salina. El paciente puede tener una sensación de arañazo en el ojo, sequedad ocular, picor o dolor en el ojo tratado. También puede aparecer enrojecimiento y, muy raramente, infección.11
Saber más
Más información en roche.es sobre las inyecciones intravítreas
Más información en para pacientes en Roche Pacientes sobre las inyecciones intravítreas y su uso en la DMAE
Referencias:
- Tuychibaeva D. Epidemiological and clinical-functional aspects of the combined course of age-related macular degeneration and primary glaucoma. Journal of Ophthalmology (Ukraine). 2023;(3):3-8. doi:10.31288/oftalmolzh2023338.
- Nuzzi R, Vitale A. Cerebral Modifications in Glaucoma and Macular Degeneration: Analysis of Current Evidence in Literature and Their Implications on Therapeutic Perspectives. EB. 2021;13:159-173. doi:10.2147/EB.S307551.
- Qin M, Yu-Wai-Man C. Glaucoma: Novel antifibrotic therapeutics for the trabecular meshwork. European Journal of Pharmacology. 2023;954:175882. doi:10.1016/j.ejphar.2023.175882.
- Mohan N, Chakrabarti A, Nazm N, Mehta R, Edward DP. Newer advances in medical management of glaucoma. Indian J Ophthalmol. 2022;70(6):1920-1930. doi:10.4103/ijo.IJO_2239_21.
- Dziedziak J, Kasarełło K, Cudnoch-Jędrzejewska A. Dietary Antioxidants in Age-Related Macular Degeneration and Glaucoma. Antioxidants. 2021;10(11):1743. doi:10.3390/antiox10111743.
- Thomas CJ, Mirza RG, Gill MK. Age-Related Macular Degeneration. Med Clin North Am. 2021;105(3):473-491. doi:10.1016/j.mcna.2021.01.003.
- K. Schuster A, Erb C, M. Hoffmann E, Dietlein T, Pfeiffer N. The Diagnosis and Treatment of Glaucoma. Dtsch Arztebl Int. 2020;117(13):225-234. doi:10.3238/arztebl.2020.0225.