Estilo de vida - 04 Enero, 2021
Influencers sanitarios: más divulgación que negocio
La mayoría de estos prescriptores son profesionales sanitarios con un afán divulgativo.
La ley impide realizar publicidad de medicamentos que requieran receta médica salvo en campañas de vacunación y solo permite publicitar productos sanitarios de autocuidado.
Algunos influencers cuentan con cientos de miles de seguidores en sus redes sociales.
Tags: #Medicina, #Publicidad, #Twitter, #Facebook, #Instagram
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¿Qué tienen en común el futbolista Cristiano Ronaldo, la celebrity Kendall Jenner, la actriz Shay Mitchell y la modelo Bella Hadid? Todas estas personas comparten algo más que relevancia profesional: son influencers que ganan decenas de miles de dólares por cada mención publicitaria que hacen en sus redes sociales.
Solo en 2019, el futbolista portugués recibió 47,8 millones de dólares por menos de medio centenar de publicaciones patrocinadas gracias a los 244 millones de seguidores que tiene en Instagram, según un estudio realizado por la firma especializada en redes sociales Hopper HQ publicado por Buzz Bingo. Son cifras de vértigo que muestran el potencial de las redes sociales y la rentabilidad que le pueden sacar las personas que destacan en su ámbito profesional.
A pesar de las diferencias, esta vertiente del marketing y la comunicación ha llegado también al mundo de la salud, eso sí, con rasgos diferenciales propios. Obviamente, no es lo mismo hacer un unboxing de unas zapatillas deportivas o de unos auriculares que recomendar un protector gástrico o un antiinflamatorio, entre otras cosas porque es un médico quien debe recetar estos últimos.
Y, aunque es frecuente encontrar en las redes sociales despachos de farmacia que recomiendan multitud de productos de todo tipo, la mayoría lo hace como método de promoción de su negocio, sin que exista un patrocinio claro detrás, y nunca con productos que precisan receta médica.
Estas son algunas de las muchas diferencias que existen entre los influencers convencionales y los que se dedican al mundo de la salud.
Lo primero que hay que recordar es que la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios prohíbe en su articulado realizar publicidad de aquellos medicamentos que requieran prescripción médica. Esto no solo incluye a los influencers, sino también al personal farmacéutico, y la única excepción a esta regla es en las campañas de vacunación aprobadas por las autoridades sanitarias.
Fuera de estas restricciones se encuentran los llamados productos sanitarios de autocuidado, dermofarmacia, cosmética y los complementos alimenticios, entre otros. Por eso la mayor parte de los influencers del mundo de la salud son, en su mayoría, profesionales médicos que ejercen una labor pedagógica en sus respectivos ámbitos y que rara vez se convierten en prescriptores de productos concretos. Estos son algunos de los influencers más conocidos de nuestro ámbito.
Marián García decidió cambiar la farmacia rural por la divulgación científica y sanitaria, y en la actualidad compagina esta labor con la docencia universitaria y la actividad en los medios y en las redes sociales. Los posts que publica en su blog abarcan desde consejos de salud e indicaciones para determinados medicamentos hasta el análisis de diferentes repelentes de mosquitos. Sus más de 388.000 seguidores de Instagram, 75.000 de Facebook y 70.000 de Twitter avalan su perfil de influencer.
Lucía, médica pediatra, es una de las médicas más populares en las redes sociales: tiene más de 336.000 seguidores en Facebook, 406.000 en Instagram y 66.000 en Twitter. Además, mantiene una intensa actividad en su blog y ha publicado varios libros de temática relacionada con la salud infantil.
Este médico de familia tiene más de 23.500 seguidores en su cuenta de Twitter y cuenta con un blog denominado El supositorio cuyo objetivo es, según sus propias palabras, “la divulgación del conocimiento médico mediante comentarios y referencias dirigidos a los profesionales sanitarios y a aquéllas personas interesadas en los temas de salud y organización sanitaria”. Entre sus posts se pueden encontrar desde experiencias propias con la COVID-19 hasta referencias a las reacciones adversas de determinados medicamentos, pasando por sus vivencias como cooperante en otras zonas del mundo.
Esta pediatra barcelonesa está especializada en salud electrónica, y se encarga de las redes sociales y los contenidos digitales de las diferentes plataformas del hospital en el que trabaja. Amalia Arce cuenta desde hace más de una década con un blog llamado “Diario de una mamá pediatra” en el que recoge anécdotas cotidianas de su trabajo en Urgencias, explicaciones sobre problemas de salud y prevención de enfermedades, noticias de interés sanitario y cuestiones relacionadas con la conciliación de la vida familiar y laboral, entre otros muchos. Cuenta con 17.000 seguidores en Twitter, más de 8.600 en Instagram y 25.000 followers en Facebook.
El doctor Alfonso Vidal está especializado en el tratamiento avanzado del dolor y cuenta con un blog en el que analiza casos reales y aborda esta problemática y sus tratamientos desde perspectivas complementarias, tanto culturales como históricas. Alfonso Vidal es muy activo en las redes sociales, especialmente en Twitter, donde tiene casi 17.000 seguidores.
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