Estilo de vida - 6 Julio, 2020
Prendas de vestir incorporan dispositivos para mejorar la salud. El avance de la tecnología ‘vestible’ ha ayudado a mejorar la calidad de vida de miles de personas gracias a la monitorización de su salud y a la aplicación de tratamientos.
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Hace solo dos años, una de las zapatillas autoajustables Nike Air MAGS de Marty McFly en Regreso al Futuro 2 se vendió por casi 100.000 dólares. Se trataba de un wearable icónico, que formaba parte de una de las sagas cinematográficas más visionarias de la historia. Casi un año después, una tienda neoyorquina, American Eagle SoHo, consiguió 89 pares de ese modelo y los puso a la venta por 50.000 dólares el par, eso sí, con fines benéficos. Hoy en día, Nike comercializa en serie sus zapatillas Adapt, que incorporan un revolucionario sistema de cordones que se ajustan electrónicamente a la forma de los pies.
Este fantástico ejemplo muestra la evolución que han experimentado los llamados wearables o tecnología vestible, que no solo se ha implementado en el mundo de la moda o el deporte sino que hace tiempo que ha dado el salto al ámbito de la salud. Estos son algunos ejemplos de ello.
Antifaz inteligente para conciliar el sueño
Hace ya más de siete años desde que Google lanzó al mercado sus gafas de realidad aumentada. Y a pesar de que tres generaciones después sigue sin alcanzar el éxito entre el gran público, las Google Glass han servido como base para desarrollar infinidad de herramientas relacionadas con la Medicina y la Salud. Uno de estos wearables son las Sana Sleep, unas gafas acolchadas que parecen de realidad virtual pero que utilizan la estimulación visual y auditiva para inducir el sueño, y al mismo tiempo monitorizar la frecuencia cardiaca.
La tecnología de este antifaz inteligente, que nació para solucionar el dolor crónico y los problemas de sueño, fue utilizada por el piloto Bertrand Piccard en su vuelta al mundo a bordo del avión solar Solar Impulse. Piccard solo podía dormir tres horas al día distribuidas en tandas de 20 minutos, y utilizó para ello unas lentes con tecnología similar.
Lentillas ‘smart’ contra los problemas de vista
Una startup estadounidense llamada Mojo Vision ha desarrollado un prototipo de lentillas inteligentes que utilizan la realidad aumentada para mejorar la visión que ofrecen las convencionales. Estas lentes incorporan una pantalla minúscula que muestra información complementaria a través de la realidad aumentada, de forma que la persona que las utiliza la ve flotando en el aire. Estas lentillas permiten leer texto y ver gráficos, y ya se trabaja en su adaptación a personas con problemas de vista como la degeneración macular, el glaucoma, la retinitis pigmentosa o la ceguera nocturna. La autonomía de estas lentillas es de un día, y se cargan en un estuche similar al de unos auriculares inalámbricos.
Mascarillas autogestionables contra la COVID-19
Las mascarillas son ya parte de nuestro outfit diario… y tiene visos de continuar así hasta que se encuentre una vacuna viable contra la COVID-19. Por eso estas barreras, que hasta hace poco solo eran utilizadas por el personal sanitario, son ahora objeto de mejora continua tanto en su diseño como en sus características. Una pareja compuesta por el aragonés Álvaro González Romero-Domínguez y su pareja Simona Lacagnina han diseñado una nueva mascarilla que tiene la propiedad de desinfectarse por sí misma, medir la calidad del aire y localizar posibles focos de coronavirus. Se trata de una barrera transparente que permite preservar la comunicación no verbal, necesaria para personas con problemas auditivos.
Esta mascarilla, denominada Cliu, dispone de varios filtros intercambiables antimicrobianos y bioactivos no contaminantes desarrollados por la Universidad de Siena que están formados por cinco capas y carbón activo y son capaces de autodesinfectarse. La persona usuaria puede comprobar el funcionamiento del dispositivo a través de una app específica, así como conocer el estado de consumo de los filtros y obtener información cardiaca y sobre la calidad de la respiración en tiempo real. Y gracias a su base de rayos ultravioleta, la mascarilla se puede cargar en menos de una hora y eliminar todas las bacterias.
¿Sujetador contra el cáncer de mama?
Un joven estudiante mexicano ideó hace dos años una tecnología wearable que consistía en un sostén capaz de detectar el cáncer de mama. Espoleado por la repentina muerte de su madre a causa de esta enfermedad, Julián Ríos creó EVA, un sostén que incorpora alrededor de 200 biosensores que se encargan de mapear el pecho y su contorno para detectar cambios en la textura de la piel, la temperatura y el color. En el momento en que EVA detecta cambios bruscos envía la información por bluetooth a una app instalada en el smartphone de la paciente. A través de algoritmos y tecnología de redes neuronales basada en datos y estudios sobre este tipo de cáncer, la app realiza una interpretación de los datos y envía semanalmente un informe completo a la usuaria y al equipo médico. Según asegura su creador, este wearable ofrece una eficacia en el diagnóstico del 93%, muy elevada si se comparan con las técnicas convencionales de exploración por ultrasonidos, cuya efectividad no supera el 50%.
Estas tecnologías, algunas de ellas todavía muy incipientes, representan el futuro de la Medicina: tratamientos médicos eficaces y dispositivos capaces de monitorizar el estado de salud de pacientes con un impacto mínimo en su calidad de vida.
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