Inteligencia artificial - 11 Septiembre, 2020
La Inteligencia Artificial le planta cara al cáncer. Los avances de Inteligencia Artificial en el cáncer permiten dar con la enfermedad antes y de forma más precisa y desarrollar un tratamiento para cada paciente.
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Fuentes: Nature, Science Direct
El imaginario de Hollywood suele adelantarse a la vida real en los avances científicos. En Gattaca (Andrew Niccol, 1997) nos presentan una sociedad donde nada más nacer ya se conocen las cualidades genéticas de cada persona y se modifican para prevenir enfermedades. Lo mismo ocurre en la película Elysium (Neill Blomkamp, 2013), un mundo distópico donde cada familia dispone de un robot médico doméstico capaz de detectar y curar el cáncer en cuestión de segundos.
Todavía estamos a años luz de la tecnología médica que nos expone la ciencia ficción. Sin embargo, los avances en Inteligencia artificial (IA) nos acercan, poco a poco, a ese futuro al que aún asistimos como espectadores.
Actualmente, ya existen proyectos médicos que, gracias a la IA, nos permiten dar con la enfermedad mucho antes, obtener un pronóstico más preciso y desarrollar un tratamiento específico para cada paciente.
Aplicaciones de la Inteligencia Artificial en el cáncer
El cáncer es una enfermedad con una tasa de supervivencia media baja que se caracteriza por ser difícil de diagnosticar en las primeras etapas de la enfermedad, cuando sería más fácil atajarla. Desde la década de 2010, la eficacia del tratamiento del cáncer ha mejorado significativamente. Sin embargo, a pesar de la profusión de nuevas técnicas, aún existe un amplio margen de mejora. Algunos estudios afirman que se podría adoptar un tratamiento específico para cada paciente si se pudiera hacer un pronóstico más preciso.
Precisamente, una de las innovaciones de la Inteligencia Artificial en el cáncer es el desarrollo del diagnóstico de una forma mucho más rápida y exacta. No estamos hablando de leer el futuro en una bola de cristal, sino del deep learning o aprendizaje profundo. Un tipo de tecnología IA que, gracias a un conjunto de algoritmos, es capaz de aprender a identificar patrones complejos en grandes cantidades de datos y que funciona de forma similar a las neuronas del celebro humano.
Los investigadores enseñan a estas 'redes neuronales' a reconocer formas, palabras y números. Esta tecnología lleva tiempo utilizándose para el desarrollo de vehículos autónomos, por ejemplo. Pero no fue hasta hace unos cinco años que el aprendizaje profundo comenzó a ganar terreno en biología y medicina.
Ahora existen proyectos como el Atlas del genoma del cáncer, donde se ha recopilado información sobre decenas de miles de muestras que abarcan 33 tipos de cáncer. La implementación del deep learning con esa cantidad de datos ha conseguido grandes avances en el etiquetado de tejidos y en la alerta de posibles anormalidades celulares. Procesos que es capaz de llevar a cabo mucho más rápido de lo que lo haría el ojo y la mente humana.
Inteligencia Artificial y cáncer: tratamiento personalizado
Hoy en día, las soluciones de IA están ayudando a los médicos e investigadores a dar con los ensayos clínicos más adecuados para cada paciente. En IBM Watson Health, la división de esta empresa tecnológica centrada en aplicaciones sanitarias, han entrenado a una máquina para que pueda analizar historiales médicos y ayudar al doctor a definir tratamientos más personalizados basados en estudios científicos y en los historiales de otros pacientes.
Y lo han logrado atiborrándola de información: 300 revistas médicas, cientos de libros y más de 15 millones de textos. Gracias a su capacidad de procesamiento del lenguaje natural, la máquina ingiere esa montaña de datos y da sentido a toda esa información.
En la actualidad, el superordenador de IBM Watson Health puede detectar 13 tipos de cáncer. Y los resultados que expone son bastante precisos. Una investigación realizada por el Manipal Hospital, en Bangalore, en la India, y publicada a principios de 2018 en Annals of Oncology, apuntaba que las opciones de tratamiento para cáncer de mama de Watson coincidieron con los especialistas en un 93% de los casos.
Inteligencia Artificial y cáncer: detección temprana
La capacidad de identificar con precisión el cáncer y de desarrollar un tratamiento específico son avances de gran importancia tanto para médicos como para pacientes. Pero son apenas dos de los muchos roles que el aprendizaje automático puede desempeñar en el cáncer. ¿Os imagináis que pudiésemos incluso predecir su aparición? Pues es algo que ya está pasando.
Es el caso del proyecto de la Universidad de Valencia donde trabajan en un sistema de inteligencia artificial capaz de detectar el cáncer de pecho en mamografía. El objetivo es la detección temprana de los tumores y evitar los falsos positivos para que las mujeres no se sometan innecesariamente a una biopsia.
Los avances tecnológicos en la medicina nos acercan a un futuro en el podrán salvarse muchas más vidas gracias a las aplicaciones de la Inteligencia Artificial en el cáncer. Pero es necesario señalar que la IA no hace diagnósticos, sino que ofrece a los especialistas información de forma rápida y precisa. Son los médicos los que deben tomar la decisión final una vez que tengan delante todos los datos.
Estos sistemas pueden ser considerados como un experto más, ya que ayudan a reducir el trabajo del equipo y permite a los especialistas dedicarse a tareas más complejas. Sin embargo, la Inteligencia Artificial no ha venido a sustituir a los médicos, sino a convertirse en una herramienta más en la lucha contra el cáncer. Un aliado que ahorra tiempo y recursos a la medicina.
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