Inteligencia artificial - 7 Junio, 2022

El metaverso abre la puerta a una nueva dimensión en la atención sanitaria

La creación de entornos virtuales podría permitir a los pacientes asistir a consultas de manera online mediante avatares que incorporan sus datos clínicos.

La protección de datos y la comparto de plataformas digitales son los principales retos para el impulso de esta tecnología.

El Hospital San Juan de Dios de Zaragoza ya se ha sumergido en el metaverso con el lanzamiento de un centro virtual.

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Cuando PlayStation lanzó al mercado sus gafas de realidad virtual (VR), en octubre de 2016, incluyó una experiencia inmersiva que mostraba una situación inquietante: con solo ponerse su máscara, el usuario se encontraba metido en una gran jaula de protección en medio del océano mientras sufría los ataques de un gran tiburón blanco. 

Aquel impactante episodio, que hacía al usuario experimentar de forma vívida el acoso de un escualo, fue solo la tarjeta de presentación de una tecnología que estaba llamada a revolucionar el mundo de los videojuegos… pero también del retail, la psicología, la educación y, por supuesto, el sanitario.

Desde entonces, esta tecnología ha continuado su progresión hasta desembocar en un nuevo término que ha sido popularizado por el creador de Facebook, Mark Zuckerberg: el metaverso. 

¿En qué consiste el metaverso?

Este concepto representa un espacio virtual al que se accede con unos simples auriculares y una pantalla de ordenador y que conecta varios entornos digitales diferentes que permiten enlazar todo, desde asistir al trabajo hasta acudir a un concierto e incluso ir al médico. Es decir, un entorno en el que el usuario podría hacer lo mismo que en el mundo real a través de un avatar y de dispositivos que, por ejemplo, son capaces de interpretar nuestros movimientos gestuales o pueden transmitir sensaciones táctiles.

Pero, ¿es posible llevar el metaverso a la atención médica? Si los pacientes virtuales, avatares creados para experimentar tratamientos de forma segura, ya se utilizan en el mundo del ensayo clínico, parece previsible que pueda ocurrir algo parecido con este nuevo entorno digital. El problema no parece encontrarse en los límites de la tecnología sino en la privacidad de los datos personales. Esta tecnología está pensada para que una especie de clon digital pueda ser capaz de moverse por un entorno sanitario virtual y trasladar a un médico sus preocupaciones o dolencias. 

El avatar llevará consigo el ADN digital del paciente real para representarlo en el entorno ficticio; de esta forma, el avatar tendrá el mismo tipo de diabetes, los mismos problemas oftalmológicos, la misma hipertensión, etc. 

Combinación de tecnologías

En el momento en que se junte esta tecnología con herramientas de aprendizaje automático e inteligencia artificial, los datos médicos de millones de avatares permitirán afinar y mejorar los tratamientos de otros tantos pacientes reales, conocer los efectos secundarios de medicamentos que toman personas con dolencias similares y, en definitiva, optimizar el gasto sanitario y la atención médica. Los datos en el metaverso tienen el potencial de mejorar los resultados, reducir los costos y optimizar la calidad de la atención médica.

Sin embargo, todo este volumen de datos médicos personales debe gestionarse de forma adecuada para garantizar su seguridad y su inviolabilidad. Aunque todavía no ha sido avalado como método totalmente eficaz de salvaguarda de información personal en este tipo de entornos, el blockchain está diseñado para resolver estas preocupaciones y conseguir una custodia y un manejo seguros de los datos. 

Limitaciones para convertir el metaverso en realidad

En la actualidad existen varias empresas que trabajan para reducir a cero el riesgo de filtración de información durante su gestión, algo que constituye una condición sine qua non para avanzar hacia un entorno sanitario plenamente digitalizado. Pero existen otros problemas adicionales de compatibilidad y uniformidad de tecnologías antes de que el metaverso pueda convertirse en una realidad única y compartida por todos los internautas del planeta. 

Dos de los principales protagonistas del metaverso en el ámbito de los videojuegos como Fortnite y Roblox, por ejemplo, no pueden interactuar entre ellos. Tampoco Horizon Worlds de Meta Quest con Mesh para Microsoft Teams. Estas limitaciones hacen que, hoy por hoy, esta tecnología permanezca como una promesa. Eso sí, con muchos ingredientes para convertirse en realidad. 

El ejemplo de lo que está por venir

Lo que sí existen son iniciativas individuales, como la que ha comenzado a explorar el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza, que se ha sumergido en el metaverso a través de un centro virtual en el que los usuarios se pueden mover libremente. Se trata de un entorno web en 3D gamificado al que se puede acceder desde cualquier navegador. 

Esta iniciativa tiene como objetivo transformar el proceso de acogida de los pacientes y ayudarles a sentirse más cómodos y a conocer todos los rincones del hospital en un entorno completamente digitalizado. Los usuarios pueden recibir información de forma virtual, visitar las diferentes estancias del hospital, interactuar con los elementos que aparecen en el centro e incluso asistir a eventos de formación en streaming. 

Cuando se generalice el uso del 5G como tecnología habilitadora los pacientes podrán recorrer el recinto y asistir a consultas virtuales con el profesional médico o sanitario en tiempo real.  Estos son según explica el mismo centro, los objetivos finales a abordar en una segunda fase de este proyecto.