Investigación y Ciencia - 15 Junio, 2020
Relojes y pulseras inteligentes para detectar el coronavirus y otras enfermedades. Las mediciones biométricas de wearables como pulseras y relojes abren la puerta al diagnóstico del coronavirus y otras enfermedades.
Tags: #Diagnostico, #Coranavirus
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Fuentes: Washington Post, The Times.
Un diagnóstico a tiempo es el santo grial de la medicina. Y, en casos como el cáncer, hasta una cuestión de vida o muerte. En un mundo ideal, habría que hacerse chequeos médicos con frecuencia, someterse a todo tipo de análisis y, en fin, montar una segunda residencia en la consulta del especialista. Por suerte, la creciente miniaturización de la tecnología está acudiendo en nuestro rescate. Si hace poco hablábamos de accesorios para móvil capaces de hacer radiografías, ahora le llega el turno a los wearables o, dicho de manera menos cosmopolita, “ponibles”. Diseñados originalmente para monitorizar el rendimiento físico -caso de las pulseras tipo Fitbit- o tunear los relojes de toda la vida con nuevas funciones -veda que abrió Apple con sus relojes inteligentes- parece que ahora van a permitir rastrear la salud de los usuarios. Uno de los campos donde diagnosticar problemas con antelación es de crucial importancia son las enfermedades contagiosas. Y, si hay una que nos ha traído de cabeza, es la covid-19.
Fitbit ha sido una de las primeras empresas en apostar por esta vía lanzando su estudio Fitbit COVID-19, integrado en la app de sus pulseras. La aplicación cotejará el histórico de constantes vitales de los usuarios que declaren haber sufrido o estar sufriendo la enfermedad para detectar indicadores previos. La riqueza de los datos disponibles permitirá establecer patrones comunes en el desarrollo de la enfermedad, antes siquiera de que los síntomas sean manifiestos. Aunque aún no se han publicado estudios científicos al respecto, investigadores de la Universidad de Stanford señalan que, gracias a la monitorización del ritmos cardíaco, la pulsera ha detectado la presencia de coronavirus en 11 de 14 pacientes, antes o al mismo tiempo que los análisis convencionales.
La hora de los relojes inteligentes en el diagnóstico del coronavirus
Apple fue una de las primeras compañías en estudiar las posibilidades de monitorizar la salud cardíaca a través de sus relojes inteligentes. Si bien el Apple Watch no es un sustituto para el electrocardiograma de toda la vida, sí que puede detectar síntomas de fibrilación auricular. En la Universidad de Stanford también han querido comprobar si la medición del ritmo cardíaco que ofrecen los relojes inteligentes tiene aplicaciones en la detección del coronavirus. Los hallazgos parecen alentadores, ya que el equipo de investigación ha llegado a detectar el coronavirus hasta nueve días antes de que aparecieran los síntomas más comunes.
Un anillo para diagnosticarlos a todos
Uno de los problemas de wearables como los relojes o las pulseras inteligentes es que no solemos llevarlos puestos durante todo el día. Es ahí donde un anillo inteligente, capaz de medir el ritmo cardíaco, la respiración y la temperatura corporal, está demostrando ser especialmente útil. El Oura parece una simple pieza de joyería, pero en la Universidad de California creen que podría ser clave para llevar a cabo un seguimiento masivo de personal sanitario y otros miembros de la población especialmente vulnerables a coronavirus. La app de este wearable ofrecerá una invitación a participar en el estudio que, además de analizar las variables físicas, permitirá a los usuarios responder a cuestionarios sobre su salud en general. El objetivo es desarrollar un algoritmo predictivo, no ya solo para el coronavirus, sino también a efectos de otras dolencias.
Un millón de voluntarios para diagnosticar problemas cognitivos
Una de las grandes amenazas que lleva aparejado el aumento en la esperanza de vida son las dolencias cognitivas. Una detección temprana es una de las mejores maneras de mitigar sus efectos antes de que sea demasiado tarde. Así, en el Reino Unido se está reclutando a diez mil personas para participar en un estudio a gran escala. ¿El objetivo? Anticipar síntomas de demencia senil a través de la recopilación de datos personales o “huellas digitales”. A partir de esta información, se desarrollará un reloj inteligente capaz de analizar hasta treinta variables distintas por medio de inteligencia artificial, incluyendo el habla, los ritmos de sueño y la forma de andar. Si en el caso de enfermedades como la covid-19 se puede detectar el virus con varios días de antelación, los primeros síntomas del Alzhéimer pueden identificarse hasta varias décadas antes.
La organización británica Alzheimer’s Research UK confía en que, si los resultados son positivos, la sanidad pública pueda utilizar esta tecnología como una herramienta de diagnóstico más. Se espera que en el plazo de tres años haya un millón de británicos de más de cuarenta años probando el prototipo.
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