Depresión, ansiedad, insomnio, irritabilidad, nerviosismo, decaimiento… Todos estos trastornos podrían ser síntomas de una dolencia psiquiátrica grave, pero durante los últimos meses se han convertido en un problema recurrente para miles de personas de cualquier edad, sexo y procedencia. ¿Qué les ocurre a todas estas personas, aparentemente sanas, para sufrir esta sensación de tristeza generalizada?

Sencillamente, se han convertido en víctimas colaterales de la pandemia.

A pesar de que los trastornos psicológicos son más frecuentes debido al aislamiento social y a la incertidumbre, no son los únicos, ni mucho menos.

Las restricciones a la movilidad, la prohibición de deportes colectivos, la clausura de gimnasios, el teletrabajo y, en general, la menor actividad física han incrementado los problemas musculares de muchas personas, que han tenido que buscar una solución casera a este déficit de actividad o, simplemente, sacrificar la práctica deportiva.

Por otra parte, los toques de queda, los cierres de la actividad comercial y hostelera, y la falta de vida social han aumentado de forma exponencial un uso desmedido de la televisión y los dispositivos móviles para realizar videollamadas, relacionarnos con nuestra familia y amigos o simplemente para pasar el rato. ¿La consecuencia? Problemas oftalmológicos relacionados con la fatiga ocular.

Todos estos problemas se han ido extendiendo de forma silenciosa hasta formar parte de la larga lista de complicaciones que está provocando esta crisis sanitaria. Por eso conviene identificarlos cuanto antes para intentar atajarlos, también, de la mano de la tecnología.

Problemas psicológicos

El principal problema asociado a las medidas restrictivas impuestas para contener la pandemia tiene una naturaleza psicológica.

Según una encuesta elaborada por el Consejo General de la Psicología de España y el grupo Sonae Sierra, casi un 40% de la población sufre síntomas graves o moderados de depresión, como falta de interés en las actividades, desesperanza o decaimiento, mientras que el 30% padece problemas de ansiedad que se traducen en preocupación y nerviosismo.

Trastornos del sueño

Otra de las consecuencias que está teniendo la  pandemia son los trastornos del sueño, que dice sufrir el 41% de las personas encuestadas. Para hacer frente a esta sensación, existen varias apps de meditación con las que es posible reducir los niveles de ansiedad generados por la pandemia. Estas son algunas de ellas:

• Headspace. Esta plataforma digital ofrece sesiones de meditación guiada y de entrenamiento mindfulness para aliviar la ansiedad. Headspace ofrece cientos de sesiones relacionadas con la salud física, el crecimiento personal, la gestión del estrés y la mejora del estado de ánimo.
• Aura. Aura está diseñada por varios entrenadores personales y terapeutas para mejorar el bienestar personal y la calidad del sueño. Esta aplicación cuenta con más de 5 millones de seguidores y ofrece meditaciones personalizadas, relatos para conciliar el sueño, y diversas herramientas terapéuticas para optimizar la salud emocional y ofrecer mayor bienestar.

Problemas musculares

Otra de las damnificadas por la pandemia es la actividad física, que muchas personas han tenido que sacrificar por las restricciones a la movilidad geográfica y a la actividad.

Como consecuencia de estas limitaciones, muchos deportistas se han visto obligados a hacer deporte en su propio domicilio de forma precaria, sin los aparatos ni las superficies adecuadas, mientras que otras personas han optado por la solución contraria y se han sumido en el sedentarismo.

La decisión de unos y otros se ha traducido en trastornos musculares y lesiones, especialmente en la zona lumbar y en las articulaciones.

Para tonificar los músculos se puede recurrir a la ayuda de los fisioterapeutas, pero también existen diversos tipos de electroestimuladores que utilizan impulsos eléctricos. Entre ellos están:

• Beurer EM 49. Sus fabricantes lo recomiendan para el tratamiento del dolor, la estimulación muscular, la relajación y el masaje. Este dispositivo es portátil y utiliza cuatro electrodos que se pueden distribuir en la zona afectada. Cuenta con varios programas con distintas intensidades.
• Tenscare. Este dispositivo tiene ocho programas y 60 niveles de intensidad para mitigar el dolor muscular en diferentes partes del cuerpo, y cuenta con dos canales para tratar dos zonas de forma simultánea.

Problemas de visión

El exceso de tiempo que pasamos frente al ordenador, la televisión o los dispositivos móviles y la ausencia de luz natural provocan fatiga ocular que debemos intentar corregir para evitar que se traduzca en migrañas, ojos secos, sensación de picor, visión borrosa, insomnio e incluso un deterioro prematuro del cristalino y de la retina.

Para mitigar este “exceso de tecnología” los especialistas recomiendan utilizar gafas que contengan un filtro para la luz azul, mejorar la ergonomía e incrementar el número de pausas frente al ordenador.